17 de Octubre de 2016
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Siempre es bueno saber como podemos sacar el máximo provecho a nuestros espacios. En esta ocasión hablaremos de como podemos beneficiarnos al utilizar los tono cálidos en el diseño de interiores.
Un color se considera cálido o frío dependiendo de la sensación de temperatura que suelan transmitir, puede ser algo muy subjetivo, esto, porque un color puede ser clasificado como cálido o frío dependiendo de como es percibido por el ojo humano y la interpretación que nuestro cerebro le de a éste.
De manera general, los colores cálidos son todos aquellos que van del rojo al amarillo pasando por los naranjas, marrones y dorados. Se dice que cuando más próximo se encuentre al rojo, más cálido será.
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Las tonalidades cálidas en el diseño de interiores generan ambientes activos, son colores confortables y por su tibieza dan una sensación acogedora.
En tonalidades intensas, ayudan a crear ambientes más joviales y enérgicos, por esta razón es importante usarlos con moderación en dormitorios o lugares de descansos. Si no cuentas de un gran espacio o con poca iluminación natural, lo más recomendable es que utilizar cálidos en su tonalidad más clara, como lo son los pasteles.
Los colores cálidos, generalmente son empleados para: restaurantes, cocinas, comedores, ya que tienen a crear la sensación de hambre.
Recuerda que además de la pintura en los muros, es importante que consideres los pequeños detalles como los objetos decorativos que brindarán el toque extra nuestros ambientes.
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